Cuando comenzamos con nuestros primeros pasos en la radio afición, todos quisimos, de una manera u otra, conseguir comunicar cada vez con colegas más lejanos. Aprendimos que debíamos conocer un lenguaje básico del idioma inglés para poder establecer esos comunicados. Luego comentábamos con nuestros amigos y círculo cercano que habíamos conversado, ó por lo menos comunicado, con tal y cual estación de radio y que nos escuchaban y escuchábamos clarito, etc., etc. Hasta que hubo alguno que no nos creyó la historia que contábamos y nos pidió pruebas de ello. En realidad la única y mejor prueba que un radio aficionado puede mostrar de un comunicado efectuado es la tarjeta QSL que confirma eso y nos aporta una serie de otros datos útiles para otros propósitos.

Hacer el comunicado con los colegas con los cuales conversamos e intercambiamos ideas, experiencias, etc. le pedimos la confirmación de éste pues no hay que olvidar que “la tarjeta QSL es la cortesía final del comunicado” pero, en materia de DX en que el contacto es de escasos segundos, la tarjeta es una confirmación irrefutable de prueba de comunicado.

Con esto de las tarjetas QSL  podemos aplicar un refrán muy popular que dice: “para cosechar primero hay que sembrar”. Es decir si queremos recibir tarjetas debemos enviar las nuestras. Claro está que no siempre habrá buenas cosechas, pero algo queda. Es por esto que a los colegas se les dice una y mil veces que deben enviar sus tarjetas QSL y contestar aquéllas que les son solicitadas en forma directa.

Si pensamos un poco lo único que nos queda después de un comunicado es ese trozo de papel que nos hace revivir una y mil veces aquél contacto. Las tarjetas QSL pueden ser del diseño y calidad que cada uno quiera y pueda pagar. No necesariamente debe ser una foto a todo color, una vista de la ciudad o una impresión costosa. Lo que se requiere es que ésta contenga los datos que son necesarios para poder aplicarlas a los diferentes diplomas a los cuales podemos someterlas. Así es que a ponerse las pilas enviemos nuestras tarjetas y así le damos un poco de movimiento al buró de salida y de entrada. Con esto vemos que es absolutamente necesario pertenecer a un Radio Club que esté asociado a la Federación de Clubes de Radioaficionados de Chile y velar porque sus tarjetas sean despachadas por el buró y usufructuar de este servicio que es absolutamente gratis para los socios, de lo contrario deberemos desembolsar mucho dinero pagando franqueos individuales.

No hay otra fórmula. Es la única manera de poder recibir tarjetas. Tengan presente que sólo conseguiremos el 10% el tarjetas de los comunicados efectuados, aproximadamente. A nivel nacional podemos quebrar esa cifra, si nosotros quisiéramos.

Algunas tarjetas deberemos enviarlas directamente y para esto es el siguiente artículo

Federachi
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